martes, febrero 06, 2007

UNA EDITORIAL

El 5 de febrero de 1939 el diario valenciano EL PUEBLO publicó el siguiente artículo, firmado por CHICOT.

"El año 29 dirigía yo, en Madrid, la Editorial Rubén Darío. Era su propietario el hijo de Rubén y Francisca Sánchez, amiga del poeta y casada, luego, con un Villacastín de Villarejo del Valle (Ávila), carpintero de carros.
Este Villacastín no carecía de entendimiento: cuando la Sánchez se recluyó a su pueblo con el crío, sin más fortuna que los brazos para el trabajo y el legado aquel de los versos, que apenas le rentaba, Villacastín, el carpintero, la toma por esposa; vende el taller, alguna propiedad que tenía y, acompañado de la mujer y del hijastro, se aventura a tierras de América.
En Nicaragua, patria del glorioso poeta, residencia de la mujer legítima, los reciben mal....No se acobarda el serrano de Villarejo. Siempre con Rubencito de la mano, sube las escaleras presidenciales de todas las repúblicas americanas, entra en las redacciones de los periódicos, visita a los amigos del muerto.
Se lleva de aquí las cartas, los presurosos versos de abanico, los sonetos improvisados que apuntan, con su carga de laudes, a la bolsa del estanciero; espiga en los viejos periódicos los ensayos torpes, la inquieta infantilidad literaria, lo vano y lo ridículo....y con todo ello y los subsidios de políticos y admiradores, pone proa a Madrid.
!Trae las maletas llenas de originales de Rubén, no impresos todavía!!La fortuna! y crea la Editorial. Andrés González Blanco y, después, Alberto Ghiraldo, ordenan y prologan los nuevos volúmenes.
Lo que no pueden, por amor que al Maestro le tengas, es hurtado al ridículo...De lo escrito por el nicaragüense en vida suya, que le pueda honrar la memoria, apenas se harían con esfuerzo doce o catorce tomos de a 250 páginas...!y ha editado Villacastín más de cuarenta!
Se vendieron las obras por suscripción....; el carpintero de carros en Villarejo fue, en Madrid, el Ford de las Letras... pero tenía Villacastín su talón vulnerable: el ladrillo. Hacía libros para montar tejares...
Cuando yo me encargué de la casa tenía las oficinas y existencias en la calle del Comandante Fortea, allá por la Florida -pasado el puente- vera del tejar..."

Detrás del seudónimo de Chicot estaba Pedro Luis de Gálvez, cuya azarosa vida noveló Juan Manuel de Prada en "Las máscaras del Héroe".
Entre los herederos de Villacastín y Francisca Sánchez se encuentra Rosa Villacastín, periodista de la prensa del corazón y tertuliana.

Felipeángel (c)

5 comentarios:

Ele Bergón dijo...

Nunca entendí cómo, pero hace unos años me llegó un correo de Antonio Gálvez Alcaide, el nieto de Pedro Luis Gálvez. Supongo que ya conocerás esta información, pero te diré que él también es escritor y está en la red.

Anónimo dijo...

Gracias; no lo conocía pero lo buscaré.
Conozco la obra de su hijo,Pedro Gálvez,"Desarraigados", una biografía familiar en la que rebate varias de las "mentiras" de la novela de Juan Manuel de Prada.

Anónimo dijo...

Siento mucho el haberme equivocado. Antonio Gálvez Alcaide no es nieto de Pedro Luis de Gálvez. Cuando recibí aquel e-mail equivocado, él no me lo desmintió y siempre lo creí así.

Empecé a dudar cuando busqué en Internet el libro que dices has leído "Desarraigados" de su hijo. He visto por ahí que es de su nieto. Esto me hizo pensar, así que me he vuelto a poner en contacto con Antonio Gálvez por medio del e-mail que tiene en la red y me acaba de confirmar que sólo tiene en común con el escritor malagueño el apellido. Rectifico mi dato. Saludos.

ele bergón

Ele Bergón dijo...

He encontrado en la biblioteca de Velilla el libro "Nerón diario de un emperador" de Pedro Gálvez. Lo estoy leyendo y se deja leer.En la dedicatoria se puede leer: A la memoria de mi abuelo paterno, el poeta Pedro Luis de Gálvez, fusilado el 20 de abril de 1944, en un año sin cónsules. Por lo tanto deduzco que Pedro Gálvez es sin duda el nieto de Chicot ¿de dónde sacas que es el hijo?
Salud.

Anónimo dijo...

de mi mala memoria.Efectivamente,he mirado la contraportada del libro y se trata del nieto