jueves, marzo 08, 2007

EL CLAVEL

En el lenguaje de las flores regalar un clavel significa amor apasionado y de eso sabía bastante Lorca cuando escribió "Doña Rosita la soltera", aunque, claro, nunca falta una ama, como la de esta obra, a la que las flores le olían "a niño muerto, o a profesión de monja o a altar de iglesia. A cosas tristes."
Hoy me han regalado un clavel a las seis de la mañana, cuando el viento asaltaba las azoteas de Madrid y la noche aún no daba paso al día.
Lo han hecho con la mejor intención, lo sé, porque hoy es el Día Internacional de la Mujer Trabajadora y había un clavel para cada una de las chicas que entraban a trabajar y yo era, esta mañana, una chica más que cree en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y que ve, cada día, cómo muchas de ellas tienen que dejar a sus hijos en casa, a veces con fiebre o conunnosesabequé que las acongoja y las mantiene pegadas, minuto tras minuto, al hilo vital del teléfono, mientras pasan las horas en el trabajo entre cientos de conversaciones ajenas que se entrecruzan como estrellas fugaces en el cielo de su inquietud.
Yo era esta mañana una más pero el clavel, al recibirlo, me olió ,inevitablemente, a cosas tristes, como a la ama de la obra de Lorca, porque, mezclado con el color rojo de sus pétalos estaba la historia de más de 140 mujeres jóvenes que murieron en el incendio de la fábrica Triangle de Nueva York el 25 de Marzo de 1911, y a cosas alegres, porque me vino, también, el recuerdo de la boca de los fusiles tapados con esta flor en los agitados días de la Revolución portuguesa, y, casi sin pensarlo, el olor de ese clavel pacífico, reivindicativo y sindicalista me recordó el calambur de Quevedo cuando, por una apuesta, fue capaz de mentarle la cojera a la esposa de Felipe IV, su Majestad la Reina Mariana de Austria, cuando, con una flor en cada mano la dijo: "Entre el clavel y la rosa, su Majestad escoja".
Ese clavel lo reproduzco aquí porque el escáner ha sido generoso y me ha dado la mayor parte de su colorido y hasta podría decir que su aura, y reproduzco también el folleto que la hermosa chica del Sindicato me ha ofrecido para llenar aún de más sentido el madrugón y no reproduzco las emociones porque aún no existe la máquina adecuada para ello pero van aquí, en cada letra, en cada acento, en cada coma, y, sobre todo, en el recuerdo de tantas mujeres que lucharon para que las de hoy en día tengan una vida mejor.

Felipeángel (c)

3 comentarios:

Ele Bergón dijo...

¿Puedo poner tu clavel en mi blog?
Gracias.

Anónimo dijo...

Ok,Luz

Anónimo dijo...

Me alegro que me hayas reconocido, aunque no me he llevado una sorpresa pues te lo he puesto fácil. Y me alegra más el que me contestes a mis comentarios.

Abrazos.