lunes, julio 28, 2008

LA CIUDAD: ALEGORÍA DE LA VILLA DE MADRID

FRANCISCO DE GOYA: "Alegoría de la Villa de Madrid"-1810-Museo Municipal de Madrid

"Como no podía contar con retratar del natural al rey José, el pintor optó por colocar la efigie del soberano en un medallón que sostienen dos mancebos alados y al que señala una rubia mujer coronada que representa a Madrid y sujeta una lápida con el escudo de la Villa, a la vez que un perro, simbolo de la fidelidad, descansa a sus pies; otras dos figuras aladas vuelan y señalan el medallón tocando la trompeta y portando la corona de laurel que simbolizan la fama y el triunfo del rey. La obra pintada por Goya, que ha venido a denominarse Alegoría de la Villa de Madrid, sufrió numerosas vicisitudes, que son un curioso testimonio de los vaivenes políticos acaecidos en el país a lo largo del siglo XIX.
Al cabo de dos años y medio, el 10 de agosto de 1812, tras la batalla de Arapiles, el rey José huye de Madrid y se ordena entonces a Goya que cubra el retrato de Bonaparte en el medallón con la palabra "Constitución", referida a la promulgada en Cádiz ese mismo año. El 2 de noviembre regresa el rey José y el 30 del mes siguiente el Ayuntamiento acuerda llamar a Goya para que el cuadro "se vuelva a poner en el ser y estado en que se encontraba". Tres días después Goya comunicaba que la alegoría estaba como cuando salió de sus manos y pide ochenta reales para su discípulo Felipe Abas (nacido en Zaragoza en 1767), que fue quien se encargo de " descubrir el retrato de S.M." De nuevo huye de Madrid el rey francés y otra vez se pinta la palabra "Constitución" sobre el retrato; por oficio de Goya se pagan ahora solo sesenta reales al pintor Dionisio Gómez, en julio de 1813.
Vuelto de Francia Fernando VII, entre el 4 y el 17 de mayo de 1814 hubo de borrarse la palabra, ahora censurada, y sustituirse por un retrato del nuevo rey; en la última fecha lució la pintura en la recepción del soberano. No debió de ser Goya quien personalmente hiciera el retrato, sino que se recurriría a alguno de sus discípulos, pues en 1823 se le encargó al pintor Vicente López que mejorara la efigie; el retoque lo ejecutó en 1825 y el 3 de octubre de 1826 se le pagaron 2.000 reales, indicándose que la mudanza fue " por estar poco parecido al original". Pero en 1843 se borró el retrato del anterior soberano y se sustituyó por la inscripción "El libro de la Constitución". Por fin, destronada Isabel II, el alcalde marqués de Sardoal, en vista de que el retrato original de Goya era irrecuperable, ordenó que Vicente Palmaroli pintara en él la inscripción "Dos de Mayo" que todavía perdura."
(J.M. CRUZ VALDOVINOS: "Goya"-Biblioteca Salvat de Grandes Biografías-Salvat Editores S.A.-1987)

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